Hace unos días buscando en la biblioteca de mi instituto de inglés me topé con el primer tomo del manga "Akira", obra escrita y dibujada por Katsuhiro Otomo entre los años de 1982 y 1990, tomé dicho tomo de la estantería, me senté a leerlo e inmediatamente me vi atrapado por la atmósfera de la obra; su oscuridad, su desesperanza... los callejones de bajo mundo de esta ciudad donde viven jóvenes pandilleros motorizados entre drogas, sexo e inmundicia, me vi fascinado por Neo-Tokyo, su diseño y estructura sirve de gran escenario para una historia igual de atrapante, no hace falta ahondar en el manga para impactarnos, pues en los primeros paneles ya nos muestran un impactante contexto: una explosión nuclear desencadena la Tercera Guerra Mundial, 31 años después nos vemos inmersos en este distópico mundo llamada Neo-Tokyo.
Mientras más avanzaba en la historia más me intrigaba, a pesar de su acelerado ritmo (que muchas veces me dejaba deseando un mejor desarrollo) lo sentí mucho mejor estructurado que la película animada de nombre homónimo, estrenada en 1988 y dirigida por el mismo creador de la obra original. Esto me pareció curioso, a pesar de no agradarme la película, el manga me capturó con mucha más facilidad... y sí, tal como leyeron, no me gustó la película "Akira".
Como amantes del cine, muchas veces citamos a las mismas películas en nuestra propia lista de películas favoritas, muchas veces concordamos sobre qué cintas son obras maestras y cuáles no lo son. Pero hay veces en las que discrepamos, hoy en día muchos youtubers, blogueros y demás sacan con las mejillas sonrojadas sus videos y escritos con los llamados "Guilty Pleassures" donde hablan de aquellos trabajos menores o incluso "malos" que dio el cine que a ellos realmente les gustan, después de todo ¿quién no disfrutó inocentemente de algo que todos odian? Sin embargo está la otra cara de la moneda, de aquellos largometrajes que la crítica y el público aman, pero que a uno no llegan a gustarle y no se atreve a rebelar ello; cuántas veces por decir que tal o cual película no me ha gustado, los cinéfilos me han satanizado y criticado duramente, es un "pecado" para nosotros que no nos guste tal obra; pero es que es así, si algo no me llega a gustar tengo que decirlo, pero me gusta explicar por qué. La película con la que empezaré esta lista de "pecados" es "Akira" puesto que presenta en mí un gran contraste al admirar el manga, mas no la cinta.
Mientras más avanzaba en la historia más me intrigaba, a pesar de su acelerado ritmo (que muchas veces me dejaba deseando un mejor desarrollo) lo sentí mucho mejor estructurado que la película animada de nombre homónimo, estrenada en 1988 y dirigida por el mismo creador de la obra original. Esto me pareció curioso, a pesar de no agradarme la película, el manga me capturó con mucha más facilidad... y sí, tal como leyeron, no me gustó la película "Akira".
Como amantes del cine, muchas veces citamos a las mismas películas en nuestra propia lista de películas favoritas, muchas veces concordamos sobre qué cintas son obras maestras y cuáles no lo son. Pero hay veces en las que discrepamos, hoy en día muchos youtubers, blogueros y demás sacan con las mejillas sonrojadas sus videos y escritos con los llamados "Guilty Pleassures" donde hablan de aquellos trabajos menores o incluso "malos" que dio el cine que a ellos realmente les gustan, después de todo ¿quién no disfrutó inocentemente de algo que todos odian? Sin embargo está la otra cara de la moneda, de aquellos largometrajes que la crítica y el público aman, pero que a uno no llegan a gustarle y no se atreve a rebelar ello; cuántas veces por decir que tal o cual película no me ha gustado, los cinéfilos me han satanizado y criticado duramente, es un "pecado" para nosotros que no nos guste tal obra; pero es que es así, si algo no me llega a gustar tengo que decirlo, pero me gusta explicar por qué. La película con la que empezaré esta lista de "pecados" es "Akira" puesto que presenta en mí un gran contraste al admirar el manga, mas no la cinta.