viernes, 1 de abril de 2016

Recomendación: Every Frame of Painting

Compramos la entrada, la comida, pasamos a la sala de cine, nos sentamos y acomodamos lo más placenteramente en nuestros asientos, intentamos no comer las palomitas antes de que empiece la función pero casi siempre fracasamos, disfrutamos de los avances de futuros estrenos que nos volverán a llevar a la misma experiencia en una sala de cine semanas más adelante; y es que hay pocos placeres en esta vida tan agradables como ir al cine, por dos horas o más los problemas son de otros, los sentimientos, actuaciones, imágenes, música y diálogos se combinan en un determinado tiempo de metraje transportándonos a otro mundo y creando un producto único.


Pero olvidamos que muchas veces lo más complejo y hermoso como el cine no es nada más que información, lo más básico del mundo: información. Nunca dejamos de recibirla, desde que nacemos nuestros sentidos son bombardeados de información visual, auditiva, olfativa, táctil y demás; cada instante de nuestras vidas estamos recibiendo toneladas de datos informativos que pasan a nuestro alrededor sin ser conscientes de ello. Al ver una película pasa lo mismo y es aqui justamente donde los directores tienen que ser creativos, buscar la manera correcta de que la información llegue a nuestros cerebros. Suena sencillo ¿verdad? al ser automáticamente receptores de esta simplemente podríamos ver u oír cualquier cosa y entenderla, pero ese no es el caso. un director tiene que saber estructurar la información, no simplemente lanzárnosla en una imagen o banda sonora por el hecho de hacerlo; tiene que encontrar la forma en que la imagen, el sonido, las actuaciones, el uso de cámaras, el uso de música y demás elementos se integren de manera correcta, sin resultar ni muy vagos ni muy sobrecargados.

¿A qué quiero llegar con todo esto? a demostrar que el cine no se hace por hacer, hay todo un proceso estricto detrás de él que aunque pocas veces notemos es esencial para la forma en que percibimos una película, no es lo mismo usar cierto tipo de toma o corte que usar otro, cada cosa tiene un propósito y una forma de usarse, y no hubiera podido comprender eso sino fuera por Tony Zhou y su canal de YouTube: Every Frame of Painting.



Cuando empecé a escribir este blog lo hice con el motivo de hablar de lo que más me gusta y apasiona; el cine, pero no solo quería quedarme en hacer reseñas o recomendaciones, sino todo aquello relacionado al cine que nos ayude a tener una visión más extensa y profunda del tema, por eso el día de hoy recomiendo no una película, sino todo un canal de YouTube enfocado a una cosa: análisis cinematográfico. No son reseñas, no son críticas ni opiniones de cintas ni mucho menos se enfoca en el guión o historia de estas; se enfoca completamente en la cinematografía de una.

Y esto me pareció totalmente genial y útil al empezar a ver sus videos ya que muchos canales que sigo en YouTube dan completa atención a reseñar las cintas preocupándose más en la historia y si es entretenida para el público que en lo que hay detrás de la película en sí, y esto no es para nada malo, pero encontrar este canal que presta especial atención en cómo hacer una película y cómo afecta a la audiencia el determinado uso de distintos recursos cinematográficos me encantó desde el primer instante. Uno de mis videos favoritos, el que puse arriba realmente me impactó al ver cómo se puede prescindir del diálogo para lograr el efecto cómico que queremos inducir a la audiencia, otro, enfocado en el trabajo de Satoshi Kon nos habla de la importancia de las transiciones y cómo estas pueden ayudar a que el ritmo del largometraje no decaiga. Sin duda el que admiré mucho más y me pareció muy útil para que jóvenes como yo, que nos gusta el cine y quieren hacerlo es el orientado a explicarnos el uso de balance en la imagen mediante la cinta: "Drive" dirigida por Nicolas Winding Refn.



Tony nos demuestra que no necesitamos drones, o grúas, o los mejores efectos digitales para hacer una gran película, lo que necesitamos es una cámara y el ingenio y creatividad necesarios para mostrar las cosas de una manera única y especial mediante la imagen, que después de todo es lo más vital del cine; hubo un tiempo en que este era mudo y no había diálogos, ante esto los directores necesitaban experimentar y bucar nuecas formas de que el público llegue a entender lo que sucedía en pantalla, lo que siente o piensa el personaje, para eso utilizaban movimientos de cámara, gestos mucho más expresivos en los actores y música, hoy en día aún se usan estos recursos pero muchas veces de la manera  inadecuada o si no se usan llegan a darle una sensación de aburrimiento al producto final, esto sumando a los extensos y muchas veces abusados diálogos abruman más que diverten. 

Ya lo dijo Alfred Hitchcock una vez: "Generalmente, el diálogo es inútil" siempre quedará grabada en nuestra memoria una secuencia, una toma que nos marcará para siempre y que volverá de una cinta cualquiera para otros en la película favorita para nosotros.

Hoy en día Tony nos dice lo mismo y lo explica de manera dinámica y divertida con sus videos, subtitulados en español para nuestra comprensión y llenos de buenos consejos y tips para hacer nuestra propia película y sino, poder disfrutar más el cine al tener un conocimiento mucho más profundo de ello.

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